martes, 20 de septiembre de 2011

El Piave y Cariló


Durante gran parte de mi vida fui fanático de River. Solía ir a la cancha dos veces por semana. Me ponía la camiseta, las canilleras, el short de ese equipo cada vez que jugaba un partido. La heladería que comentaré hoy me retrotrae a un amigo y a esa época. Durante la infancia solía ir a la cancha con Mariano, durante la adolescencia con Cotto. Sobre éste último versa la historia.

Comíamos en su casa, pedíamos helado, tomábamos cerveza y todo lo que se anteponía ante nosotros. Todo a costas de sus padres que generosamente nos invitaban.

Cuando de helado se trataba, se abría una discusión que se resolvía rápido. Dónde pedir era la cuestión. Nosotros dos pedíamos en Freddo y su hermana mayor a Pîave.

Ahora no miro fútbol, si River gana o pierde me es casi indiferente. Si por casualidad me encuentro con un partido en la televisión hago lo posible por mantener mi atención. No suelo lograrlo. Salvo que juegue la selección o Messi.

El sábado estuve en Cariló invitado por la Familia Wainer. La excusa: el cumpleaños de Alicia. Un fin de semana muy lindo en familia, rica comida, playa, fútbol y Anita.(Nota Cariló es un mundo raro, decididamente no me gusta mucho. Pura escenografía pretenciosa).

Luego de comer unas milanesas exquisitas, salimos a caminar. Mi objetivo era claro: comer helado. La oferta existente en esa ciudad se compone de Freddo, La Abuela Goye y Piave. Los dos primeros ya los comenté, entonces elegí el último.

Pedí un cuarto de kilo, me salí de la dieta porque tenía muchísimas ganas de comer helado. Después de dejar pasar a dos personas para ver el cártel correcta y completamente, elegí tres gustos. El heladero no era muy amable así que no pude tardar mucho en mi elección.

El dulce de leche es una fija, no se puede comparar sin él. Recuerden el Big DD. Elegí dulce de leche granizado. Agregué, frutilla con durazno y chocolate blanco con dulce de leche.

Me fui a caminar con la familia y a las pocas cuadras concluí que este helado debía ser castigado. Por empalagoso, por cremoso en exceso, por la atención.

Ahora solo queda el recuerdo de mi adolescencia. El helado no lo vuelvo a comer.

  1. Valor del Kilo: 80
  2. Relación precio calidad: 3/10
  3. Ambiente: 6/10
  4. Atención (ansiedad del heladero por servir): 8/10 (se resta del total)
  5. Colocación del helado (si el heladero lo coloca correctamente): 9/10
  6. Dulce de Leche: 4/10
  7. Variedad de sabores: 7/10
  8. Consistencia (si se derrite al servirlo): 8/10 (se resta del total)
  9. Cremosidad: 7/10 (se resta del total)
  10. Resistencia de la cuchara: 06/10
  11. Nivel de regreso: 3/10
  12. prolijidad higiénica (J indicator): 6/10

TOTAL: 44 – 23: 21 pts.

3 comentarios:

  1. AL QUE NO LE GUSTA EL SAMBAYÓN NO SE LO PUEDE LLAMAR ESPECIALISTA EN HELADOS. EMPIEZA EL LEVANTAMIENTO.

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  2. anónimo, cuando te referís a "buena foto del helado" hablas del fondo de pantalla o que el blog es una foto del helado? Lo último me alegraría el día
    te metí presión?
    d

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