lunes, 28 de abril de 2014

El helado y ella

Dicen que es fanática de la canción de la pizza de Casero, que la canta de memoria. Ahora me enteró, con la foto, que también del dulce de leche y la vainilla. Con uds. Lupita

lunes, 7 de abril de 2014

El Helado, la angustia y la estrategia.

El lunes corrían esos días en los que no se soportan. Esos días en los que pesa todo. En esos días, algunos van al médico, otros van al psicólogo y algunos además de todo eso, pedimos helado.
El lunes a la noche, luego de una cena pequeña por su cantidad de comida. Decidí pedir helado a Rapa Nui. Recordaba que la mínima cantidad es de un kilo. No me importó esta vez. Pedí igual. La estrategia que hago en esos casos, para no comer todo lo que pido, es pedir todos iguales. De esa forma no me tiento con lo que queda en stock. Pienso en esos casos, no hay nada que no conozca que quiera probar. No hay nada en el freezer, no hay nada, me repito.  Esa es la estrategia.
En este caso, me pedí un kilo, pero de todos gustos distintos. 12 gustos. A lo último del pedido, no se me ocurría qué pedir. Le dije al vendedor, no sé, decime vos y yo te digo. Así nos entendimos en el último cuarto.
Llegó el helado, no sin antes recibir un llamado del vendedor diciéndome: "vos pediste tiramisú, no me suena", le dije que si.
Abrí el paquete, agarré una cuchara, puse todos los cuartos sobre la mesa, los observé, los miré saboreando sus colores, los observé y comencé a probar todos para elegir el cuarto que sería el nominado a terminar agotado. Así elegí el clásico: dulce de leche granizado, chocolate blando y frutilla.
Cuando me lo comí, empecé a pensar en los otros. Agarré el segundo cuarto, comencé a comerlo, lo vacié por la mitad y decidí que ya era mucho. Los días seguían y un cuarto por día se consumían. Repetía el mecanismo. Cuartos sobre la mesa, cuchara en mano, probaba todos y elegía a uno. Hoy el freezer está vació de helados. Hoy comienza otra semana y una nueva etapa.