jueves, 28 de abril de 2011

Historias Mínimas I



Un patio de colegio, dos niños de 2 años, ¿queres ser mi amigo?, sí. Amistad.
Los abuelos de ese niño, David y Alicia, dueños de, según dicen, la primer heladería de La Plata que abría en invierno: Ca´d´oro. Deseaba ir a la casa de ese niño, amigo aun, a comer ese fantástico helado. Otra oportunidad para saborearlo: una vez por semana iban las madres /padres a comer con los chicos al comedor. Tenían que llevar un postre. Ani, madre del niño, llevaba helado. Todos gritábamos de alegría.

miércoles, 27 de abril de 2011

Sigo con las cadenas: PERSICCO




En el segundo comentario al post de Bienvenida, Martín me pidió la revolución heladera, gritó a los cuatro vientos: “abajo las cadenas”.
No lo dije antes, pero este blog tendrá tres secciones: Cadenas, barriales e históricas.
La semana que viene empiezo con la recorrida barrial. Hoy sigo con las cadenas, Persicco.

Persicco, significo para mí el reemplazo de Freddo cuando este había caído en manos de los grupos multinacionales y su calidad bajó notablemente.
Todas las noches, sí todas sin falta, tomaba un helado en esa heladería, sucursal La Imprenta. Iba caminando por una vereda y volvía por la otra, con helado en mano. La excusa, tener un momento de suma soledad y escaparme nocturnamente de la casa de mis padres.

Ayer, volví, caminaba por la calle, me encontré (casi) azarosamente con este local, sucursal Cabello, y entré. Luego de una grata charla con el Sr. que me servía el helado en los momentos de mis escapadas, fui a la caja.
Me compré un cuarto de kilo para comer tres gustos. En este caso quería recordar el sabor del coco a la crema, dolcata y ,a pedido de Lula, la menta granizada.
La verdad, cometí un error, no pensar en la combinación de los helados. No fue una buna selección.
El coco, muy rico aunque muy presente. La Dolcatta (dulce de leche, merengue y frutilla), bueno, Freddo sigue ganando en este gusto. La menta es un gusto conflictivo, hay quienes lo rechazan y quienes no pueden no pedirlo. A mi me gusta cada tanto, tengo que tener muchas ganar de comerlo porque es realmente invasivo de los otros sabores. El de ayer, fue una buena elección respecto a si mismo pero mala respecto a los demás.
Por último, otros gustos que vale la pena probar: Frutilla granizada, Merenguata (americana, frutilla y merengue) y Mascarpone.

Recientemente hicieron un gusto de manzana verde, muy malo, la verdad.

domingo, 24 de abril de 2011

Freddo


Empecemos por una de las cadenas históricas, tal vez, el helado que tomo más cotidianamente: Freddo.
Mi relación con este local de helados fue variando. Pase de medio kilo por semana a no comerlo, por su disminución de calidad, porque perdió un caso por discriminación, a "perdonarlo" y volver a él como heladería de cabecera.
Los dulce de leche de Freddo, son para mi los mejores y los que resaltan en su amplia variedad de gustos. El dulce de leche que muestra su dulzura al mismo tiempo deja detrás una acidez gratificante. El dulce granizado es mi preferido aunque vale la pena recordar un lanzamiento que tuvo lugar en el 2010 pero con poco vuelo: combinación entre el exquisito dulce de leche con las consabidas y callejeras garrapiñadas .

De frutas, destaco el maracuya (de moda) con naranja, riquísimo.

Algunas cosas en contra: su intento de variedad los hace inventar helados que luego desaparecen y uno se queda con ganas de más, al estilo Malamado o el chocolate blanco con frutillas.
Por otro lado, si bien soy de religión "nardista" por Lepes, los sabores recetados por la Cheff, invitan a pedir café.

Datos de color: comprar suma puntos que pueden ser canjeados por helados y los lunes tienen 2 x 1.



Bienvenida



Hace un tiempo tengo en la cabeza una idea que postergo por obligaciones varias, por vaguedad o demás. Pocos días atrás me dije por qué no hacemos un blog (el plural es literal, un diálogo entre mi neurosis y mi yo consciente) sobre el Helado, el alimento que más disfruto y del cual soy casi fanático.


La idea es básica: recorrer la Ciudad de Buenos Aires en busca de las mejores heladerías y sus gustos. Ningún intento de ser un crítico profesional sino más bien una excusa para poder visitar y probar sin culpa.


Al tiempo que lo decidí, el insomnio apareció, y me pregunte sobre la causa de mi fanatismo, por qué me gusta comerlo en invierno, por qué caminando con frio, con calor, por qué bajo la lluvia. Luego de un juego “divanistico” recordé que durante mi infancia, todos los jueves sin falta, iba a lo de mis abuelos y tía y comíamos de merienda sándwichitos de miga de jamón y lechuga (mi otro alimento preferido y menospreciado por la mayoría en una reunión). Luego de la cena pedíamos helado de la heladería Esmeralda. Mi abuela, al mismo tiempo que saboreaba el helado, era culpable de impregnarme su amor por este alimento.


Bueno, entonces, acá en este blog encontraremos mi recorrida por las heladerías y mi sensación al comerlo. No intenten universalizar mi opinión, no es esa la intensión, la misma puede estar marcada de sentimientos subjetivos, de días grises, oscuros o de sol.