jueves, 27 de noviembre de 2014

Las consecuencias del blog

El helado, como saben, es uno más de mis vicios. Puedo hablar de helados por horas, me puedo zambullir en una discusión platónica en la que difícilmente pueda ceder. Lo hago más cuando hablo de derecho o política.
Voy en el colectivo, atorado el transito, y recibo un mensaje donde me dicen que estuvieron hablando de helado con un amigo y recordaron mi nombre. La semana pasada, la semana del helado recibí cataratas de mails donde me advertían de ello, fotos de amigos tomando helado o de sus hijos e hijas entran a mi casilla. Le cruzo con alguien en una clase o evento académico y me hablan de ello, lo mismo en cumpleaños. Todos me cuentan que probaron heladerías, que en su barrio, que un gusto, que vaya o que no vaya.
A todas y todos les digo, no dejen de hacerlo, me divierte mucho ser ice cream man! Mi nuevo apodo, que saluda así:
Good ice cream day for you!

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