jueves, 22 de agosto de 2013

Il laboratorio y el helado. La búsqueda....

Soy un ser sociable. De eso no tengo dudas (por suerte dejo una certeza a mi relación conflictiva conmigo mismo). Los sábados juego al fútbol con amigos hace quince años, los miércoles como con otros en el mismo restaurante hace 5 años (antes era otro), me junto con Ari a probar y recorrer barras de la ciudad (también a comer rico), tengo amigos en el trabajo que se convirtieron en casi hermanos y que con algunos, incluso hablamos a la distancia y nos preocupamos por el otro mutuamente. Con otro grupo antes comía jueves por medio en una parrillita barata. Luego nos encontramos a charlar, sin frecuencia. Sin embargo, por estos días, paso muchísimo tiempo en soledad. Me despierto, agarro la compu y me pongo con la tesis, camino como una hora y media por día. Me siento a leer un libro que tenía pendiente hace dos años. Veo gente de todo el mundo en forma constante, sea que son turistas, que son residentes...pienso, pienso, no paro de pensar en aquello en las cosas que me convocan constantemente.
Camino por la calle, mucho, como dije, hace calor. Busco un refugio, no lo encuentro. Ese espacio donde repito "es la felicidad hecha postre". No lo encuentro, sigo, sé que está Cones pero no anduve cerca y cuando lo estuve tenía una caja grande entre los brazos dado que acababa de comprar mi cafetera. Recordé el capítulo de Seinfeld donde Kramer lleva el aire acondicionado en el estacionamiento y me reí solo. Es algo que hago habitualmente.
Ayer dos horas de caminata, mucho calor, no iba a ningún lado, simplemente caminaba porque el sol no me dejó leer el último de Dworkin y no tenía la concentración o voluntad suficiente para ir a leer a un bar. Otra cosa que se me complica es encontrar bares con Wifi. Es algo que me llamó tanto la atención como la incapacidad de las personas a saludarse en espacios comunes como el ascensor.
Ayer, Katz, me quedé con gusto a poco y pedí otro. No entiendo por qué aún pero pedí otro, solo había comido medio hot pastrami. Nunca como mucho y cuando lo hago sé que me voy a sentir mal al instante que termino. Tal vez buscaba eso, me pregunté. No creo, me respondí. Luego, nos paramos y salimos. La grasa de todo hot pastrami debe ser agotada con algo que lo contradiga (no es la palabra correcta pero gusta como suena). Salimos y frente estaba lo que acá se hizo famoso. El local del Laboratorio del Gelato. Cola para comprar. Resolvemos esperar porque yo no podía dormir sin el helado. Así de simple. Decidí entre el insomnio y la espera. Luego de probar (Turkish fig: higos) pedí lo obligado Dulce de Leche y chocolate blanco. Laura, Cucumber (pepino) y mango. El higo que probé era excelente pero no pude pedirlo. Mi porteñidad me reclamó que pida DDL, aunque asumía que iba a ser feo. El chocolate blanco era bueno. No la rompía pero era bueno. El dulce de leche, malo, malo. Mi pregunta, la pensé solo, fue por qué lo hacen. Que no lo hagan o que lo hagan bien. No tenía gusto a tal.
El cucumber, bueno, el mango, mejor.
Es una heladería que le podría ir bien en Palermo o lugares así porque tiene gustos raros. Acá está bien que haya cola. No era tan malo.
Sigo buscando, sigo buscando, dentro de todas las cosas....un helado que me haga decir "la felicidad hecha pote o postre" dependiendo de si pedí un cuarto....mientras tanto sigo buscando......

2 comentarios:

  1. no hay mucho bueno, pero en fin, grom está bien para mi paladar itálico
    http://www.grom.it/eng/dettagli_gelateria.php?id_gelateria=107&citt%E0=New%20York
    después tenés este argentino en el village, qué se yo, al menos comés dulce de leche no hagen dasz
    http://thevillager.com/villager_143/argentinebrothers.html

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  2. El de Cones, el argentino, me había gustado la otra vez cuando vine! voy a ir a Grom! groso, sé que entendés mi necesidad de helado!
    abrazoooo

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