miércoles, 18 de enero de 2012

Tufic: espacio de sabores, pffffff



Palermo es pretencioso, sin embargo, Palermo me gusta. Palermo invade, invadió Chacarita, invadió Barrio Norte y quiere hacer lo propio con Villa Crespo, aunque no nos vencerá. Villa Crespo no es Palermo.

Bueno, ayer pensé que tenía dentista, pero me confundí, tenía tiempo para caminar. Recordé que el amigo Balán me había mencionado una heladería en la cuadra de la casa de su madre, que según él pertenece a alguien que podrían ser mis primos porque son turcos.

Bueno me dirigí hacía ahí con ganas de llenar mi estomago que solo había recibido un yogurt con frutas.

Entré a ese local que se llama Tufic, pero son tan pretenciosos que no lo llaman heladería sino espacio de sabores.


El lugar es lindo, normal, nada de otro mundo. El nuevo estilo de heladería que se instala. Los helados a la vista, blanco con colores fuertes y de espacios grandes.

La atención fue maravillosa, pregunté cuánto se me cantó pero con vergüenza a probar muchos gustos. Sin embargo, el señor heladero – creo que debería decir empleado porque no era heladero- me ofrecía una cucharada de cada gusto.

Pedí un cuarto, hace mucho que no pedía esto. Mi dieta me exige que pida vasitos y dos gustos. Tenía hambre y un partido de fútbol por delante. Pedí un cuarto.

Dulce de leche es obligatorio. Pregunté cuál tenían. Me señala el granizado, con Browne, tentación y alfachoc-gusto a alfajor y pedacitos de ese dulce-. Elijo este último.

Una fruta era obligatoria! Había las clásicas y mandarina. Me tienta frutos rojos. Pido esa.

Faltaba un gusto de color blanco. Es un clásico, que haya gustos de diferentes colores es una necesidad, no una elección. Ante la oferta, pido chocolate blanco.

Es un espacio de sabores de precio de heladerías de calidad: $22. Sin embargo, la relación es pésima.

Empecé a caminar con helado en mano y con tiempo que perder. Cuando caminas con helado en mano te sentís igual que cuando salís de la peluquería. La Sensación que todo el mundo te mira. Ayer fue real, una señora me toca el hombro, yo me asusto porque lo hace desde atrás. Me pregunta con voz de vieja cheta, dónde compraste el helado. Mi mamá está en un geriátrico y le quiero llevar. Le digo que lejos pero que a dos cuadras hay un Freddo. Me mirá, no entiendo qué esperara que le conteste. Le señalo dónde es la sucursal más cercana. Va para otro lado. Sigo mi camino.

El dulce de leche con alfajor no era ni un alfajor, ni helado de dulce de leche, era un helado de esas heladerías que compran sabores en botellita y lo añaden a una crema. Malo, muy malo. Lo bueno eran los pedacitos de alfajor pero la verdad nunca me gustaron mucho, salvo el Bagley Blanco que comía cuando era chico con mi amigo Mariano cuando entrábamos al Circuito KDT para jugar al fútbol.

El chocolate blanco podría haber sido una crema americana si no fuese porque tenía un leve sabor al cacao con manteca.

Los frutos rojos lo mejor de todo, sin perjuicio no era bueno. Muchas frutas, ningún gusto.

Probé dulce de leche con Brownie y crema de avellanas y Kinder. El mejor de todos, crema de avellanas. Pero no lo pedí.

En conclusión, si le ponen espacio de sabores y no heladería, le tenemos que exigir que sus helados tengan sabor sino pongan: somos una heladería y punto.

De esta heladería solo me queda el recuerdo de su increíble atención.

Contacto: http://espaciodesabores.wordpress.com/

Pd. Pronto hablaré de mi relación con el heladero al momento de seleccionar el helado.

2 comentarios:

  1. No te gustó Tufic???? Todo maaaal con vos... :)
    Quiero que sepas que esto hace que cambie cabal y radicalmente mi percepción de tu juicio heladístico. Y que conste que hablo de mi percepción, o sea que mi afirmación es irrefutable!
    Aunque ahora que lo pienso, esto también debe querer decir que tu percepción de mi juicio también se debe haber visto negativamente afetada. Es muy fuerte lo que decís, te das cuenta?
    Podremos continuar con esta amistad después de esto? Esta amistad que ya lleva más de 5 años.... Para un poquito. Ya hacen más de 5 años de esos almuerzos de ensaladas feas en la adc en las que vos y tus secuaces amarreteaban el aceite de oliva???
    Ves lo que hacés? Ahora hiciste que me agarre el viejazo. 5 años?????
    Bueno, basta de divagar. Hay que volver a lo importante. Qué ganas de jugar al fútbol y volver a ver en una cancha a aquel defensor ALTAMENTE limitado y gritón. O de ver a aquel flacucho desgarbado (y también bastante limitado :)) jugando de "wing" en una cancha de futbol 5 y gritando los goles en la cara de sus rivales. O aquel jugador polifuncional que hacía jueguito con una moneda pero que en la cancha se volvía rústico. Ah no, ese eras vos! :)
    En fin, qué ganas de jugar al fútbol. O mejor, ahora que lo pienso, que ganas de comerme un helado. Eso si, que sea de Tufic... :)

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  2. Así es, Sr. Balán, así es! desconfío de su criterio heladeril. Fui con muchas expectativas y caí en la decepción. Una más en la vida. Ja
    Qué lindo jugar al fútbol, Qué recuerdos, por favor. Asumo mi capacidad limitada si ud acepta su capacidad para morfarse la pelota!
    a su vuelta con Teo en manos, los invitamos a comer helado y lo llevamos a patear!
    gracias por el lindo mail y obvio que seguiremos amigos!
    abrazzzooooooo

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