jueves, 20 de diciembre de 2012
Cierre y Tour
jueves, 13 de diciembre de 2012
si la música fuera un helado
martes, 4 de diciembre de 2012
Enroque
lunes, 3 de diciembre de 2012
empático volví al Blog. Nani, zona norte
jueves, 1 de noviembre de 2012
El helado y la política II. Mi visión
UCR: Sambayón: Es histórico, viejo. Intenta modernizarse y lo hacen más copado, pero no deja de ser, nunca, sambayón. Tiene un gusto claro y típico. No logra modernizarse.
Frente Amplio. Chocotorta o cualquier moderno con base histórica. Tiene una base clara, histórica, se le intenta sumar cosas modernas pero no consigue ser un gusto típico ni identificable.
Proyecto Sur: Pistacho. Viejo, color verde, nunca se modernizó. Es seco.
PO: Frutilla. Histórico. Internacional. Rojo. Gusto que no se moderniza.
PRO. Banana Split. Noventoso. Republicano de los de USA.
domingo, 28 de octubre de 2012
helado y política
En un determinado momento antes de cruzar Santa Fe, se me ocurre preguntar: "qué gusto serían los partidos políticos de Argentina?"
Uds. qué piensan lectores/as anónimos/as?
En los próximos días, pondré mi opinión.
viernes, 26 de octubre de 2012
Una flor en Villa Crespo
martes, 23 de octubre de 2012
Adolescencia perdida
Desde que tengo el blog y me divierto en él, contando mis avatares cotidianos, ellos me dicen que la heladería de su barrio es sin duda de las mejores. Que precio, calidad y no sé qué otras tantas cosas. Yo les respondo que no recuerdo que sea tan buena, dado que antes que ellos tengan juicio cierto sobre los sabores, era yo el que los llevaba a las heladerías y a esa en particular porque eran muy chicos. Ahí pedían Dulce de Leche con Vainilla. Yo le decía que el segundo era el gusto más aburrido y pobres solo para no contradecirme, pedían, algunas veces, Banana Spit. Bueno, esa heladería se llama Modena y ahora es una cadena.
El jueves, mi sobrino mayor me pidió un favor, le dije que sí pero si cuando venía para mis lados, me traía helado de ese lugar. Así lo probaba nuevamente. Le dije: dulce de leche granizado, chocolate blanco y el que él quiera. El quiso Lemon Pie-cómo cambian los tiempos!-
Vino a casa, antes de irme a dormir, lo comí. No todo porque no andaba con ganas de un cuarto. Lo probé y confirmé: la adolescencia está perdida. Me dije como un tío judío culpógeno: "qué habré hecho mal para que me digan que este es el mejor helado". Es realmente malo. El dulce de leche, no tiene gusto a dulce de leche antiguo, ni moderno. El chocolate blanco, si no me decían que era eso, pensaba que era crema americana. El Lemón Pie, el mejorcito de los tres, aunque claro que nunca saldría de mi boca frente a un heladero por temor a que termine en mi pote.
Puedo decir, entonces, que nunca más podré escuchar cuando me dicen que prefieren ese helado a otros, qué-desafiando mi autoridad heladera- no entiendo nada, qué no sé qué cosa. La cuestión es: son muy inteligentes pero su inteligencia, decididamente, no está depositada ahí.
viernes, 7 de septiembre de 2012
un recorrido verborrágico
domingo, 5 de agosto de 2012
La Nonna Bianca. Un San telmo borracho
jueves, 19 de julio de 2012
Massera: como su nombre
Caminando por Garay me encuentro con una marquesina que me lleva a los momentos de mi infancia, a sensaciones pasadas. Dice Massera, el nombre me parece repugnante pero entré. Poco marketing, cambiá el nombre en diciembre de 1983 o cerrá, pienso.
Pido un vaso mediano, dulce de leche granizado y chocolate blanco. El último es demasiado blando para que pueda ser servido, soy informado. Me pide cambiarlo. Elijo, mascarpone, en consecuencia.
Camino por la calle comiendo helado. Hablo con el amigo GW por teléfono.
Comí el helado por vicio. Comí el helado porque es helado o algo parecido, comí helado por esos días de porquería que anduvieron cerca.
En definitiva, la calidad es como el nombre: repugnante
domingo, 8 de julio de 2012
Saverio y una semana de locura
El viernes antes de una reunión, viendo en el celular que tenía 10 minutos más, recordé que a dos cuadras del bar a donde tenía que ir estaba Saverio. Bajé del colectivo, hice una cuadra para atrás (cosa que nunca hago, suelo bajar antes y caminar ídem) y compré un helado. Fui caminando hasta Acoyte y Rivadavia.
El primero del invierno. Comenzó el invierno. No es que es el primero que como desde el 21 de junio, sino que es el primero que como caminando por la calle con un frío que pela la piel.
Creo que habré sido el primero o único del día que entro al local. El frío se sentía de verdad.
Luego de preguntar por un par de sabores y probar el ristretto granizado (muy rico), pedí dos gustos conocidos. No estaba para innovar más de lo que la semana me solicitó. Dulce de lecha granizado y chocolate blanco escoces (con DDL natural).
Cuando el relleno del vaso mediano que compré entró a mi boca, recordé porque mucha gente recomienda esa heladería. El chocolate blanco escoces, no solo es uno de los mejores chocolates blancos que probé sino que su mezcla con el dulce argentino de cabecera lo hace especial.
Ese es el problema de elevar el estándar. Cuando el primer bocado la rompe, el segundo gusto debe pasar un filtro injusto. Es como los hermanos más chicos que quedan a la sombra de los hermanos más grandes que se portaban bien y sacaban buenas notas.
El dulce de leche granizado no logró tener ese efecto en mí, sin embargo era muy rico. Un gusto recordado, de Saverio, de infancia. No muy dulce, no muy amargo como los de antes. Un mix entre ambos, un gusto parecido a los modernos pero con una mezcla de los que sirven en los restaurantes.
Fui caminando, el frío me emocionaba. Comer helado en la calle en invierno me transporta.
Llegué a la reunión un poco más feliz. Pedí un té verde porque estoy nuevamente con síntomas de gastritis. Eso le dije al mozo.
contacto: http://www.saverio.com.ar/
Pd: Cones, I will go.
lunes, 2 de julio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
Rialto, Quilmes
Dos cuartos de la heladería Rialto "Gelato de Alta Qualitá" según la bolsa, su página web y apuesto su marquesina.
Luego de una cena con recetas de Jamie Oliver, nos sentamos en el sillón a comer. Dos cuartos, seis gustos.
Comimos: dulce de leche, chocolate con naranja, maracuyá, Alfajor Havanna, Ferrero Rocher y Rafaello.
Todos los gustos eran de un nivel medio. Todos pesados, cremosos, los chocolates, si bien no me encantan, resaltaban mucho. El mejor el que era con naranja.
El DDL, suave, italiano. Creo que las heladerías italianas que intentes respetar su tradición no deberían hacer DDL.
Contacto: http://www.gelateriarialto.com.ar/
viernes, 8 de junio de 2012
Los médicos son mis enemigos
domingo, 3 de junio de 2012
NUEVA SECCIÓN: El helado y vos
Enviar a: heladoargentino@gmail.com
miércoles, 23 de mayo de 2012
Vía Flaminia. Solo un nombre
La salida se organizó por culpa del helado. Kevin, de 19, luego de leer el blog, me dice: "tenes que ir a Vía Flaminia". Le contesté "vamos el fin de semana con tu auto. Decile a tu hermano y vamos con el abuelo-es decir, mi papá-". Así, fue, comimos en ese lugar que queda justo frente a la famosa heladería de zona norte. Aquella que hacen los cucuruchos bañados más grandes de todos.
El almuerzo, fue tal como dije en la foto anterior, un momento feliz. La vida va pasando para todos, nos encontramos los cuatro mucho más grandes que la última vez que fuimos. La conversación fue girando por temas que hablan adultos y nuevos adultos. Cada uno decía cuán grande estaba y cuántos años cumplía. La próxima salida volverá a ser a un bodegón. La promesa ya fue tomada.
En esta oportunidad los roles fueron cambiando. Mi sobrino de 19 nos llevó en auto, el de 15 que ya sale de noche estaba cansado, yo pagué el almuerzo y mi viejo el postre.
Al llegar a la heladería, por supuesto sin hambre, digo: mientras voy a lavarme las manos, pidánme el famoso cucurucho bañado.
Al volver me entero que la cuenta fueron 165 pesos. 3 bañados y uno sin bañar. Me indigné. El precio de la fama cuesta. Esperaba, en consecuencia, el mejor cucurucho que podría existir.
Al momento de elegir los gustos, veo que una de las heladeras donde se depositan los potes está vacía por lo que significa que hay mucho gustos menos.
Me pido dulce de leche granizado y chocolate blanco. Me lo dan bañado. Otros piden chocolate amargo y frutos rojos, otros banana spit y chocolate blanco y así sigue la lista.
Todos al probarlo, decimos cuán malo es el helado. Cuán malo es el chocolate que lo baña. Cómo había bajado la calidad desde la última vez que lo probamos. Cómo se derrite, afirmábamos. Toda la mesa se ensucia. No lo puedo creer, gritábamos silenciosamente. Cómo puede ser que tanta gente venga a comerlo.
El dulce de leche sin gusto, el chocolate blanco una mentira blanca.
Todos los gustos para el olvido. No hay uno que pase el filtro de 4 personas a las que les gusta comer helado.
Fue un momento que quedará en mi memoria, fue un momento en donde la adultez nuevamente se hizo presente, un momento importante, aquellos por los que vale la pena.
Sinceramente, un momento para la memoria, un helado de pésima calidad y carísimo para el olvido.
lunes, 21 de mayo de 2012
viernes, 18 de mayo de 2012
Dumbo, un helado sin palabras
El otro día almorcé muy poco, un cuarto de tarta. Una porción chica. Me quedé con hambre por lo que decidí que a la tarde iba a comer helado para lograr estar con el estómago en paz.
Un compañero de la oficina me dejó en La Plata y Rivadavia. Tenía que ir para el centro y recordaba que por Almagro había una heladería que me recomendaron (en este caso Mariana Cahn). Iba pasando por varias y ninguna me tentaba. Me decía y redecía que esa no podía ser. De repente, veo una, su cartel señala que está desde 1942. Digo: es esta!
Entro, pido un vaso mediano. el tamaño que más sale por estos días. El cobrador es el vendedor pero en ningún momento me apura. Respeta el tiempo de la elección. Hay muchos gustos que merecen ser probados. El dulce de leche es obligado. Pido Granizado. Mientras lo indago sobre una crema que se llama "Super Hit", sobre el "manjar blanco" y demás. A cada pregunta una cuchara con helado. Servido con generosidad. Cada uno que probaba merecía ser pedido.
El manjar blanco está compuesto por leche condensada, leche de cocó y castañas de Cajú caramelizadas. PERFECTO. SIN PALABRAS
El super Hit: Crema, Jengibre, Canela y Cascaritas de Limón. Picante, dulce, moderno. El mejor que probé en los últimos tiempos.
Sin embargo no pedí los anteriores. Porque cuando lo estaba por hacer apareció el gusto de Palta al Limón. Pedí este. Era una excelente oportunidad para probar la palta dulce que laura siempre me recuerda que se come en L. América.
Me sirvió el helado, un tamaño más grande que mediando. Caminé por la calle, metí mi boca en la Palta. Felicidad. Agarré el teléfono, llamé a Laura. Le dije: soy feliz, probé una de las mejores heladerías de los últimos tiempos y encima es de barrio.
El dulce de leche, muy parecido a los que probé en los últimos tiempos. Del estilo de las heladerías de antaño. Pedacitos de chocolates chiquitos, amargo.
Desde hace tres días que estoy pensando en el cuándo será el día que volveré a comprar. Alguna excusa aparecerá.
Recomiendo esta heladería sin dudar un instante. HAY que ir.
Contacto: http://www.heladosdumbo.com.ar
una fanática muy particular...
Del amigo Valentini!
Hoy vinieron a comer a casa una amiga y una de las primas de Magui. Cuando le preguntaron que traían, la flaca les dijo -y, tráiganse helado nomás-, propuesta que me llevó a pensar más en el postre que en la cena. Felizmente, el menú estuvo muuuuuy bueno, pero yo sentía el latir del helado en el freezer, no se como explicarlo, pero les aseguro que se escuchaba. Bueno, la cuestión es que terminamos de comer y la prima de Magui destapó el pote, y a que no saben qué: era tooodo de dulce de leche!!! Ante mi sorpresa, ya que nunca pido menos de cuatro gustos por kilo, la Lu dijo -es la mejor elección, así no hay problemas con los gustos y, al fin y al cabo, a todos les encanta el dulce de leche-. La verdad, que la decisión me dejó anonadado y entre risas cercanas al llanto encubierto, creo que hasta llegué a acusarla de autoritaria. Sin embargo, ahora, superado el shock y siendo sincero, no puedo dejar de confesar que la decisión fue sumamente efectiva. Del dulce de leche quedaron algunos pocos restos, e indagando un poco con la responsable, advertí que la elección acumulaba saberes familiares de varias generaciones... Para tenerla en cuenta a la Lu, personaje digno de ser entrevistado por este blog! Al parecer, ya es una fanática más de esta página de sabores..
lunes, 14 de mayo de 2012
Olímpica y todo tiempo pasado fue mejor
Tengo grandes amigos. Algunos desde los dos años, otros desde los 12. Con ellos mi relación fue variando pero siempre existieron y existen esos cafés, esas cenas, esos tragos y demás que marcan la importancia. De ellos, no hablaré porque la heladería la volví a probar con un amigo que no es de hace mucho tiempo sino por lo contrario, hace pocos años. Uno de los tantos que me hice en tiempos de adultez, de trabajo y de ideología.
Desde que ingresé al mundo laboral conocí grandes amigos con los que puedo conversar sobre cualquier cosa pero sobre todo sobre intereses en común. De derecho, de la vida. Personas que les mando escritos para que opinen, otros que me mandan para que yo haga lo propio.
La heladería "Olímpica" es una de esas heladerías históricas que para muchos será la mejor porque es del pasado, porque su local es gris, marrón y sus cárteles son los mismos que estuvieron siempre.
Caminaba por la calle con MV y nos dirigimos para ese local. Recordaba muchísimo artículos de diarios y rankings que hablaban de ella como una de las mejores heladerías. Compré un helado mediano, le pregunté que gusto me recomendaba, cuál era el característico del lugar y me contestó con simpatía que los dulces de leche, todos son las especialidad. Respuesta que no hizo más que meter presión a mi degustación, pues el DDL es el patrón por el cual comparo.
Pedí dulce de leche granizado y pistacho. No sé por qué hice eso, pero lo hice, vi el color, vi el lugar, vi que me convertía en adulto y lo elegí. Sentí que era el momento para pedirlo. Todo eso apareció en el instante que lo requerí. Debo decir que es la primera vez en mi vida que lo hago. "Nunca me pasó" sería la frase que todos tememos decir.
El dulce de leche era bueno, vengo de buena racha. Muy parecido al de Alviyak. El chocolate que usan para granizarlo es especialmente importante porque tiene un tamaño muy pequeño que hace que todo el tiempo comas dulce granizado, nunca granizado, nunca dulce de leche solo. Es un chocolate que amarga el sabor. Rico, no podría decir que el mejor ni que es digno de decir que se diferencia de los demás.
El pistacho, no sé por qué tiene ese color. El pistacho no es verde agua. Es raro, representa bien el sabor de la fruta seca (¿es una fruta seca?). Es un gusto adulto, un gusto que ningún niño pediría salvo por el color que recuerda a linterna verde pero asusta como la criptonita.
Semanas de melancolía, de sentimientos encontrados. Semanas donde los amigos juegan roles importantes.
Contacto: Avenida de Mayo 752 Buenos Aires, Capital Federal(0)11 4342 0935
viernes, 11 de mayo de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
Alviyac. una heladería de barrio
Almorcé poco, entonces me aventuré con un cuarto de helado.
Tuve el mismo problema de siempre: si la persona que me cobra es la misma que me sirve me siento presionado porque no tengo tiempo para pensar los gustos. Me cobra, me mira y espera que ya tenga decidido todo. La señora que me atendió ayer, no fue de lo más simpática. Le molestó que tarde unos minutos. Es por eso que solo me animé a pedirle un gusto para probar. La irritaba cualquier pregunta. Le dije, puedo probar el yogurt con frutilla y cereales? Me miró con cara de sorprendida, como si fuese la primera vez que alguien lo pide. No le caí bien, pensé. Pero insistí y finalmente lo probé y elegí. Todo porque me dijo que esa cucharita que me dio justó salió son los cereales con chocolate. Me tentó!
Al cuarto le agregué dulce de leche granizado y chocolate blanco.
El gusto nuevo, resultó malísimo. No entiendo porque lo elegí. Tal vez porque me gusta ese mezcla o simplemente por miedo de probar algo y no elegirlo (nota mental: algún día tengo que hablar de ese dilema).
Si van a esa heladería- vayan!- no lo pidan!! no tiene gusto a nada y menos a yogurt con frutilla y cereales con chocolate.
El DDL es de los más ricos de las heladerías de barrio. Es dulce pero amargo, no suave como sus compinches coetáneas suelen ser, no dulce como las heladerías nuevas. Es semi amargo. Repleto de pedacitos de chocolate que lo abrazan y saben contener. Me sentí feliz en estar comiendo helado. Cosa que no me pasó en Colonia-Uruguay (segunda nota mental: tengo que escribir sobre las heladerías en Colonia).
El chocolate blanco es un fiel reflejo del manjar dulce. Se siente la manteca, se siente el cacao, se sienten los pedacitos de chocolate blanco. Este último gusto tiene solo un problema. Se derrite rápidamente.
Inicialmente no le caí bien, creo que finalmente tampoco, pero mi cuarto tenía 360 gramos de helado. Me regaló una gran cantidad. Entonces, le habré caído bien o simplemente se confundió?
Contacto: Alviyac, Corrientes 2887, 4962-8144
martes, 24 de abril de 2012
1 año.
lunes, 16 de abril de 2012
Tino. Almagro y un nuevo repaso...
sábado, 14 de abril de 2012
martes, 10 de abril de 2012
Tiberio. Congreso
Narda dispone el camino gastronómico. Sin duda es de mis preferidas en el área.
miércoles, 4 de abril de 2012
La revolución heladera viene del Sur: Rapa Nui
Días complicados, movidos, movilizantes, el estrés fue el compañero constante, el helado su constante remedio. Ayer, luego de rendir un examen difícil, muy difícil, caminamos por la calle, tomando una, cambiando por otra, volviendo atrás para no caminar de más. De repente, me agarra hambre, solo había comido una tarta en todo el día y eran las 18.40.
Paso por una pastelería que tiene mucha pinta, me tiento pero recuerdo que no me gustan mucho las facturas, sigo caminando esperando encontrar algo que me tiente. Y como esas cosas que pasan en las películas románticas nos chocamos con un local nuevo, grande y lindo, un poco “barilochense”, un poco porteño. Veo a un chico sirviendo helados-caigo en que es una heladería-, vea el aspecto de la heladería y me digo: no puede ser muy malo, nuevamente, me auto persuado, es el remedio para mi hambre, mi mal humor, mi dolor de cabeza y todo.
Laura me desasna y me dice que Rapa Nui, nombre del local, es una casa de chocolates famosa en el sur, sino una de las más importantes. Qué felicidad pienso, aunque sabía que chocolate negro no iba a pedir.
Tengo dos señoras mayores pidiendo cuartos para llevar, no se ponen de acuerdo cuál era el gusto que disfrutaba la hija de una de ellas. Tardan una eternidad. En general no apuro a las personas que piden helado porque no me gusta que lo hagan conmigo. Pero mi cabeza empieza decir algo, mi cabeza piensa: mi sobrino está esperando que lo vayamos a buscar al cumpleaños. No puedo tardar tanto! Se van con su helado y empieza la deliberación robusta con Lau sobre los gustos que íbamos a pedir. Dos de ellos son titulares, dos decidimos probar para no molestar demasiado.
La atención del chico que no tarda dos minutos en decir que él también es de Bariloche, voz a la que se suma la cajera que está a pocos metros diciendo: “acá todos somos de Bariloche”. No sé si es verdad, no sé si es que la empresa, por ser de esa zona, los obliga a ponerse la camiseta local, en fin, simplemente sonrío.
El listado de sabores es impresionante. Tiene variedad, con nombres extraños pero bien explicados en la pizarra. Hay cinco o seis variedades de dulce de leche que tientan, más de chocolates, otros tantos de frutas del sur, cremas para todos los gustos.
Pedimos dulce de leche casero con leche de cabra. El heladero, como buen informante, nos dice: es suave, eh! Más suave que los comunes. Igual lo pedimos.
Pedimos chocolate blanco Rapanui, que contiene pedacitos de crocante de chocolate negro, otros blancos y dulce de frambuesa casera. Probamos el tiramisú, probamos Raspberry.
Nos vamos caminando, probamos el chocolate blanco. No tardamos en decir, “no puede ser más rico”. Lejos el mejor que probé a la fecha, es impresionante, es manteca, es dulzura, el leche, es placer en estado puro.
El dulce de leche con leche de cabra, es tal como nos adelantó, es suave, cremoso en su justa medida pero pasa desapercibido junto a los otros dos gustos que lo invaden. Laura, muy acertada me dice: es parecido al dulce de leche de Duo, la heladería que probamos por la avenida Santa Fé. Claro, le digo, es que tiene gusto al dulce de leche de heladería antigua. Igual lo recomiendo, eh! No vayan a creer que no!
El tercer gusto el Raspberry, es increíble, es fuerte, es colorido, es violeta-mi color feminista – preferido. Es intenso, es refrescante.
El cuarto no es caro, comparado con los precios de hoy en día, $ 24 pesos de puro sabor, pura felicidad empaquetada.
Una recomendación, si van a pedir un cuarto para tomar caminando, pidan unas cucharitas de repuesto, lo hice ni bien la agarré, su fragilidad amenazaba mi felicidad, estuvo a punto de romperse.
Contacto: http://www.chocolatesrapanui.com.ar/
viernes, 23 de marzo de 2012
Historias Mínimas
martes, 20 de marzo de 2012
sábado, 10 de marzo de 2012
Chungo, un tradicional
Es una heladería con larga historia, es una heladería conocida, es raro encontrar a alguien que nunca la haya probado. Chungo, en los últimos años creció y cambió su imagen, la modernizo, lo mismo que hizo con sus gustos.
El domingo pasado luego de ir a comer carne a una parrilla y no poder hacerlo por una confusión del mozo (trajo un chorizo cortado mariposa cuando le pedimos un chorizo y un bife de chorizo mariposa), nos fuimos a chungo que era una cuenta pendiente y además quedaba a solo dos pasos de la parrilla.
Al entrar lo vemos a Kevin Johansen, Laura dice que al hablar tiene una voz que conquista, leyendo Tiempo Argentino (algo así como el P12 de cuarta categoría). Entramos y pedimos, ella uno chico, yo un vaso grande.
Miro la cartelera y no tienen aquellos que hace unos meses había probado y que, luego, me gustaron. Dulce de leche granizado, canela y la crema de nueces pecan, no tienen. Entiendo el faltante de los últimos, pero del dulce granizado, no. Incomprensible! Entonces, yo pido chocolate blanco y Dulce Cucuruccino (que describen así: Suave dulce de leche combinado con queso crema, dulce de leche natural y trocitos de cookies de chocolate). Lau pide Sambayón con con almendras y arándanos.
Pruebo el chocolate blanco, me gusta, sigo comiendo, me sigue gustando, sigo y empieza a molestar la pesadez, pero gusta. El otro gusto, esa especia de mezcla de chocotorta fue una equivocación total, es extremadamente dulce, empalaga, no es recomendable.
El sambayón, un gusto que comenzó a gustarme a fuerza de probarlo, rico. No me mató pero rico, las almendras son bañadas, para mi ese gusto no va con bañadas sino con caramelizadas o simplemente almendras, pero bue.
Los arándanos, buenos, me gustaron, un poco dulce y artificial comparado con otras heladerías de primera calidad pero bueno.
Bueno, si están cerca y no hay otra opción, vayan sino elúdanla, pues es realmente caro. El Kilo: 90 pesos.
Contacto: chungo.com.ar
miércoles, 29 de febrero de 2012
Mi vuelta de Tigre. Heladería de barrio
16 días en tigre. Los sábados un encuentro que no falla. El tocaba la bocina y a la distancia me levantaba y me acercaba al muelle. Siempre que pasaba me miraba, sabía que tenía un cliente. El helado solo puede ser evaluado en contexto. Vendían helados de Cremolatti.
Todos los sábados compraba 1 kilo y medio. Medio para el consumo del día, uno para tener para toda la semana. Los gustos eran variados. Dulce de leche granizado, súper dulce de leche, frutos rojos. Frutilla, tramontana y chocolate con almendras.
Es una heladería que solo puede ser pensada en ese contexto,. Ahí es perfecto, en la Ciudad se lo deja pasar. Todo es muy dulce, de sabor suave. El dulce granizado fue lo mejorcito, a mi suegro le gustó el chocolate con almendras.
Si están en tigre, no dejen de comprar, si están en la ciudad, dejen de hacerlo.
Al llegar mi ansiedad de helado se presentó. Al otro día, caminábamos por la avenida Santa Fé a la altura de Malabia. Vi la heladería que me dio de comer durante mucho tiempo. Una heladería vieja, de barrio. Vi al heladero, en el fondo, enfrascado en su labor. Me dieron ganas de entrar. Lau me dice: “vas a quemar un cartucho, no comás acá”. Le dije, es bueno, confiá.
Entramos, me atienden bien, pero no pregunté mucho porque sabía que quería. Pedí chocolate blanco (lo extrañaba) y dulce de lecha granizado.
El choco blanco, perfecto, riquísimo. Manteca, cacao, pedacitos de chocolate blanco. A Lau que no quería comer, le aconsejé que lo haga, que lo pruebe. Lo hizo y me dijo: no, lo puede creer, es muy bueno.
La evaluación del dulce granizado fue dispar, para mí, normal, para Lau bueno. Gusto a quemado, dulce. Lo volví a probar y me gustó.
Un dato de color: la cucharita es de madera como las de antes.
Contacto: Santa Fe 3798
miércoles, 8 de febrero de 2012
un dato útil, una herramienta fundamental
domingo, 5 de febrero de 2012
Helado y Galpón orgánico
Ayer fue un clásico día progre. Una caricatura, podría ser. Fuimos en bici con Lau a buscar a Hayley, quien a su vez nos esperaba con la propia. De ahí encaramos para el mercado de productos orgánicos de Chacarita. Aquel galpón que se ubica justo detrás de la vía, al lado de la estación del Urquiza. Antes de entrar, uno se encuentra con pedazos de tierras alquiladas a cualquier persona que lo solicité para plantar verduras sin agroquímicos.
Al entrar y ante la sed, producto de la suma del día caluroso y el ejercicio, nos sentamos a tomar algo. Un juego de naranja fue la elección. Al sentarme veo frente a mií, un cartel, un hermoso cartel. Helados Cumelen anuncia que los helados naturales dan fuerza a la vida o algo así. El asunto es que en mi quedo esa idea. Sin embargo, la desilusión no tardó en aparecer pues aún no habían abierto y yo quería que sea mi desayuno dado que no sabía a qué hora me iba a ir de ese predio.
Mientras tomábamos el juego, Hayley nos explicó el sistema de compra. Empezamos…
Como era de esperar probé todo lo que me ofrecían, todo. Empanadas de cebolla a las 10.30, milanesas de lentejas a las 10.35, pan de cebolla, ajo y aceitunas a las 11.00, pan con aceita de oliva a las 11.05. Decididamente mi desayuno no fue el helado sino una mezcla de productos orgánicos.
Como era de esperar me quería comprar todo aquello que probaba. Así fue, compramos de todo, especialmente verduras que prometían saber a verduras y no se mostraban perfectas como las que consumimos todos los días.
Cuando terminé de dar la vuelta, me encontré con la heladería abierta. Me dirigí e invité a mis dos compañeras un helado. Me habían recomendado la crema patagónica, así que por ella fui. Obviamente le agregué dulce de leche. En este caso con merengues.
Antes de empezar a pedir, le pregunté a la heladera si eran orgánicos y qué significaban. La respuesta es no, no son orgánicos pues el helado necesita de productos para que duren. Igual lo pedí, aunque no entendí porque estaban en el mercado de productos que únicamente son de esa especie.
La crema patagónica se compone de americana, canela y semillas de sésamo tostadas. Impresionante el sabor, único. Se siente la canela, no como un polvillo que sabe a canela sino a Canela de verdad, las semillas se meten entre los dientes, se menean en la boca. La sensación de felicidad es completa. Un sabor exquisito, logrado, no invasivo.
El dulce de leche con merengues, es un poco dulce, empalagoso a penas, pero su sabor es sincero. Tiene gusto a dulce de leche de verdad, no a crema sumada a dulce de leche. Rico, no de los mejores pero si sabroso. Los merengues son pequeños por lo tanto uno no come más merengue que helado. Recomendable
Los demás gustos que probé de los helados de L y H, fueron la sandía y el melón.
La sandía es refrescante, como la fruta de la cual se realiza. Tiene un gusto suave pero logrado lo que quiere decir o me deja interpretar que no tiene aditivos, tal como afirman.
El melón, mejor que la fruta anterior.
En fin, salida recomendable. Las frutas tienen sabor a fruta. Las verduras son sabrosísimas. El tomate cherry, es una explosión de sabor.
El helado no se quedó atrás!
martes, 31 de enero de 2012
10 años, cosas que no cambian
viernes, 27 de enero de 2012
Las Cañitas y mi mala racha
Este repaso será simple, concreto y sincero.
Hace 4 años que hago inglés con la misma profesora, en el mismo lugar, en el mismo barrio que menemisticamente ha sido denominado Las Cañitas. Siempre paso con el colectivo por una heladería pero nunca bajo para probarla. Ayer, salté del bus y fui.
Se llama Ducco, es grande, moderna e invita a pasar. Tiene variedad de gustos, muchos.
Soy el único cliente, tres empleados/as esperan para servir. Tengo que tomar valor y tener tiempo para pensar. Entonces, pido dulce de leche granizado, mientras pienso en el otro.
Pruebo Chocotorta, rico. Me ilusiono, entonces. Vengo de malas rachas.
Agrego al DDL, frutilla especial. Crema de frutillas con frutillas.
Me voy caminando y pruebo….
La frutilla es igual a la que sirven en los bodegones cuando pedís helado. Sin palabras.
Al probar el dulce granizado y acordarme de mi dieta, me debato en tirarlo. Imaginen cuánto me gustó. Por principios, sigo comiendo y me dije: por algo yo no entré en todos estos años….
lunes, 23 de enero de 2012
Helader@ y yo
miércoles, 18 de enero de 2012
Tufic: espacio de sabores, pffffff
Palermo es pretencioso, sin embargo, Palermo me gusta. Palermo invade, invadió Chacarita, invadió Barrio Norte y quiere hacer lo propio con Villa Crespo, aunque no nos vencerá. Villa Crespo no es Palermo.
Bueno, ayer pensé que tenía dentista, pero me confundí, tenía tiempo para caminar. Recordé que el amigo Balán me había mencionado una heladería en la cuadra de la casa de su madre, que según él pertenece a alguien que podrían ser mis primos porque son turcos.
Bueno me dirigí hacía ahí con ganas de llenar mi estomago que solo había recibido un yogurt con frutas.
Entré a ese local que se llama Tufic, pero son tan pretenciosos que no lo llaman heladería sino espacio de sabores.
El lugar es lindo, normal, nada de otro mundo. El nuevo estilo de heladería que se instala. Los helados a la vista, blanco con colores fuertes y de espacios grandes.
La atención fue maravillosa, pregunté cuánto se me cantó pero con vergüenza a probar muchos gustos. Sin embargo, el señor heladero – creo que debería decir empleado porque no era heladero- me ofrecía una cucharada de cada gusto.
Pedí un cuarto, hace mucho que no pedía esto. Mi dieta me exige que pida vasitos y dos gustos. Tenía hambre y un partido de fútbol por delante. Pedí un cuarto.
Dulce de leche es obligatorio. Pregunté cuál tenían. Me señala el granizado, con Browne, tentación y alfachoc-gusto a alfajor y pedacitos de ese dulce-. Elijo este último.
Una fruta era obligatoria! Había las clásicas y mandarina. Me tienta frutos rojos. Pido esa.
Faltaba un gusto de color blanco. Es un clásico, que haya gustos de diferentes colores es una necesidad, no una elección. Ante la oferta, pido chocolate blanco.
Es un espacio de sabores de precio de heladerías de calidad: $22. Sin embargo, la relación es pésima.
Empecé a caminar con helado en mano y con tiempo que perder. Cuando caminas con helado en mano te sentís igual que cuando salís de la peluquería. La Sensación que todo el mundo te mira. Ayer fue real, una señora me toca el hombro, yo me asusto porque lo hace desde atrás. Me pregunta con voz de vieja cheta, dónde compraste el helado. Mi mamá está en un geriátrico y le quiero llevar. Le digo que lejos pero que a dos cuadras hay un Freddo. Me mirá, no entiendo qué esperara que le conteste. Le señalo dónde es la sucursal más cercana. Va para otro lado. Sigo mi camino.
El dulce de leche con alfajor no era ni un alfajor, ni helado de dulce de leche, era un helado de esas heladerías que compran sabores en botellita y lo añaden a una crema. Malo, muy malo. Lo bueno eran los pedacitos de alfajor pero la verdad nunca me gustaron mucho, salvo el Bagley Blanco que comía cuando era chico con mi amigo Mariano cuando entrábamos al Circuito KDT para jugar al fútbol.
El chocolate blanco podría haber sido una crema americana si no fuese porque tenía un leve sabor al cacao con manteca.
Los frutos rojos lo mejor de todo, sin perjuicio no era bueno. Muchas frutas, ningún gusto.
Probé dulce de leche con Brownie y crema de avellanas y Kinder. El mejor de todos, crema de avellanas. Pero no lo pedí.
En conclusión, si le ponen espacio de sabores y no heladería, le tenemos que exigir que sus helados tengan sabor sino pongan: somos una heladería y punto.
De esta heladería solo me queda el recuerdo de su increíble atención.
Contacto: http://espaciodesabores.wordpress.com/
Pd. Pronto hablaré de mi relación con el heladero al momento de seleccionar el helado.