Hola Dami, te cuento nuestra
experiencia con el helado socialista! Te tiro un par de datos que no se si se
daban en la época en la que vos estuviste.
La verdad es que en el 2013,
son pocas las cosas que los extranjeros, y menos los que se ajustan a las
costumbres y ritos estrictamente turísticos, pueden experimentar en carne
propia del socialismo cubano. Con las nuevas políticas de apertura la isla se ha
ido comercializando, las casas particulares son cada vez más parecidas a un bed
and breakfast, los taxis modernos conviven con los buicks destartalados, y
hasta puede uno encontrarse algún incipiente local de adidas en alguna que otra
calle de la Habana.
El comercio si bien está
permitido se enfrenta con la duplicidad de monedas. Mientras los cubanos
utilizan pesos nacionales, los extranjeros usan pesos convertibles (CUC) que
valen 20 veces mas q los nacionales. Y así como para los cubanos es difícil
consumir cosas que se pagan en cuc porque les resultan carísimas son pocas las
cosas que los extranjeros pueden consumir en pesos nacionales. Una de ellas es
la comida al paso: una pizzeta por ej cuesta 10 pesos nacionales o sea 0.50
dolares o pesos convertibles (CUC). La otra es el helado, pero no cualquier
helado.
En el barrio del Vedado, en la
Habana, está la "soderia" Coppelia recreatur que sigue los designios
de la arquitectura socialista y no se anda con pequeñeses: es todo un
parque heladero, en el que no faltan bustos de heroes revolucionarios como
Martí o Celia Sanchez y citas que los recuerdan. En el medio está la
confitería, muy estilo “Los Supersonicos” (o “the jetsons” para los hippsters)
con tres barras con varias banquetas alineadas, donde se sirve el helado por
gustos, en cada barra un gusto o dos, que son los disponibles del día. Los
heladeros y heladeras lo sirven, si uno quiere, con un par de galletitas, un
cocktel de frutas (que no es otra cosa que una ensalada de frutas) y un sirope
de caramelo, todo eso en una bandejita ovalada de plástico con una cuchara de
aluminio y un vaso de agua. Una escalera caracol lleva a un primer piso donde
hay mesas y sillas y se sirven algunos otros postres con helado y frutas, pero
no vimos demasiada concurrencia cuando subimos a curiosear. Alrededor de la
confitería hay carpas con mesas y sillas donde se puede pagar en CUC y te traen
el helado a la mesa. Pero la barra te llama, ahí hacen cola los cubanos y si
algo es garantía de calidad en un lugar extraño, son los locales esperando su
turno.
Si me preguntas por su sabor,
etc.. q puedo decirte? imaginate un lugar en q la gastronomía es ante todo,
una.forna de satisfacer las necesidades nutricionales de la población, donde se
come lo q hay disponible y en temporada... en ese escenario, uno come el helado
que hay y le parece genial y no se anda con rodeos burgueses, como mucho elige
entre dos o tres que hay ese día y que nunca superan el chocolate, el mantecado
(una suerte de vainilla) la fresa o la naranjapinia. En el hotel capitalista
para extranjeros en el que paramos en el cayo había un gusto que no vimos en
otro lado, la guayaba, muy rico por cierto, pero venia sin revolución.