Siempre odié Belgrano, su cantidad de gente insoportable, su tránsito, etc. la única de las pocas excusas que me pone contento de Belgrano, siempre fue la casa de mis sobrinos y mi hermana.
La verdad, nunca ando por ahí, pero dado que nuevamente voy a comentar otra heladería de esa zona pareceré habitúe de esas calles.
Hoy, fui al médico, no había almorzado, corrían las 6 de la tarde y pensé en un sándwich, pero pasé por una heladería y decidí que iba a merendar y almorzar, helado. Fui a la caja y pedí un cucurucho, nunca hago eso, no me gusta, siento que es un estado gris, ni un vaso ni un cuarto, me quedo con ganas o me sobra. Pagué, luego fui a los gustos, volví y le pedí agregar un peso para llegar a un cuarto.
Usé la táctica de siempre, para sacarme al vendedor de encima, le pedí un gusto para probar. Eso me da unos minutos para ver la pantalla sin tener los ojos del ansioso venderos encima de mi frente. Me cuesta no mirarlo y sentir que estoy desperdiciando su tiempo. Siento que dice: flaco, nunca comiste helado que tenes que ver una hora los gustos!?.
El flaco que me atendió un copado, me corrigió un gusto porque me dijo que no era muy rico (manzana al caramelo) y me aconsejó, luego de mi pregunta, el bombón irlandés. A eso le agregué, dulce de leche con Almendra bañadas en chocolate y Maracuya.
El dulce de leche, uno más del montón. Nada especial. El maracuyá, me encantaba que en ese color naranja, se le veían las semillas, que al morderlas se largaba el sabor maracuyeño.
El gusto estrella: el bombón….consistía en chocolate (de las pocas veces en mi vida que me pedí ese gusto), granizado con chocolate blanco y negro, licor baylis y dulce de leche natural.
Dos hermosas sonrisas finales: al terminar el helado, me encontré con un bloque de chocolate blanco gigante. Una felicidad pura.
La otra, una mesa detrás de mí, dos viejitos típicos de Belgrano. La mujer le dice al varón, “sabes como se llama el vendedor de helado? Fidel, como Fidel Castro, es socialista”.
Terminé el helado, me fui caminando unas cuadras con la sonrisa en la mano.
El Colonial: http://www.colonialweb.com.ar/